De momento, 4 muertos; 400.000 Hectáreas calcinadas; ciudadanos arruinados o desalojados de sus casas o confinados en ellas; incalculables pérdidas materiales, económicas y ambientales. Estas son las consecuencias de la mayor ola de incendios que está asolando España. Y ello, como la no muy lejana DANA en Valencia, consecuencia del cambio climático acelerado negado por muchos, incluso destacados líderes patrios con poder y responsabilidad política. Estos negacionistas desprecian tomar las medidas necesarias en prevención de incendios y disminuyen la inversión en medios materiales y humanos para su extinción.
España arde, España se quema, España se desertiza. Por el cambio climático, sí. Pero también y en gran medida por la incompetencia e irresponsabilidad de la clase política. Dejar la gestión de catástrofes en manos de estos individuos, en vez de las de profesionales, causa desastres. Se enfrascan en una guerra política ante la desgracia, eluden responsabilidades y no toman las medidas necesarias e imprescindibles en prevención de incendios y tampoco invierten lo necesario en medios materiales y humanos para su extinción.
¿Cuánto gana un bombero? Seguramente la mitad o la tercera parte que la de cualquier politicucho municipal, autonómico o estatal. Los primeros salvan vidas jugándose las suyas. Los otros, impunemente, las ponen en peligro.