Tras la celebración de la 39 edición de los premios Goya 2025, saco algunas conclusiones.
En primer lugar, el cine español. La excelente calidad del cine español. Contamos con una muy buena nómina de directoras y directores responsables de magníficos filmes. También con un soberbio elenco de actrices y actores: Maribel Verdú, Leonor Walting ( presentadoras de la Gala), Aitana Sánchez Gijón (Goya de Honor, deslumbrante), Carolina Yuste (Goya a mejor actriz), Patricia López Arnaiz, Eduard Fernández (Goya a mejor actor), Luis Tosar, Antonio de la Torre…Y un largo etc.Tan buenos los habrá, mejores difícil.
La presencia del nacionalizado español Richard Gere, premiado con el Goya Internacional, aunque no aporta nada al cine patrio, pretende dar, supongo, más proyección internacional a nuestra industria.
Referente a la ceremonia de entrega de los Goya, por muy bien guionizada y presentada que esté , se me hacen insufribles los discursos de agradecimiento de los premiados. Son muchos los premios entregados y más aún las personas galardonadas, y el reconocimiento de éstas a parejas, hijos e hijas, hermanos y hermanas, padres y madres, tíos y tías, primos y primas, abuelos y abuelas, amigos y amigas, conocidos y conocidas, ayudantes varios, socios y socias, padrinos y madrinas…
En segundo lugar, las celebrities. Que desfilen por la alfombra roja y reciban la atención del público y de los medios todos los artistas y profesionales relacionados con el séptimo arte, es lógico, es su fiesta y ellos son los protagonistas. Como también lo es que artistas de otras disciplinas pero participantes de alguna manera en la gala reciban su cuota de protagonismo. Pero que acaparen foco y entrevistas personajes ajenos al mundo del cine y sin protagonismo alguno en el evento… ¿Alguien me puede explicar a santo de qué una tal Laura Escanes fue fotografiada, filmada y entrevistada hasta la náusea? ¿Y Melody? ¿Por qué hubo que aguantarla vociferar reiteradamente la cancioncita que va a llevar a Eurovisión, molestando e interfiriendo en las entrevistas de otros personajes, estos sí, con causa justificada?
En tercer y último lugar, el postureo. La farándula es muy dado a ello. Este año el premio gordo se lo ha llevado Miguel Ángel Silvestre. Con más físico que talento y más exposición en las Redes Sociales que en la gran pantalla, tras diez años sin presencia en una entrega de cabezones -según él, por motivos profesionales (¡JA!)- El Duque ha estado lo más cerca de este premio de lo que lo va estarlo el resto su vida. Fue el encargado de la entrega del Goya a la mejor fotografía.
Aprovechó la ocasión para soltar un emotivo speech contra el cambio climático ejemplarizado en la reciente DANA de Valencia y los aún más recientes incendios de Los Ángeles, aunque se olvidase mencionar que los efectos devastadores de esos fenómenos también tienen otras causas y responsables.
Pero da igual, lo importante es que el muchacho está concienciado contra el cambio climático y así lo demuestra en su día a día.

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